Suprema Corte emite Fallo histórico y reconoce la inocencia de Juana Hilda González Lomelí; estuvo 19 años en prisión.
La Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) sesionó hoy para analizar el proyecto de sentencia elaborado por el ministro Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena, que propone la liberación inmediata de Juana Hilda González Lomelí, quien había sido sentenciada a 78 años de prisión por el secuestro del empresario Hugo Alberto Wallace.
La liberación se fundamenta principalmente en la invalidez de las pruebas presentadas en su contra por la Fiscalía General de la República (FGR). En particular, el ministro Gutiérrez Ortiz Mena concluye que las confesiones que Juana Hilda rindió mientras estaba bajo arraigo fueron obtenidas mediante tortura, lo que viola su derecho absoluto a no ser sometida a tratos crueles o inhumanos. Por esta razón, dichas confesiones y las pruebas derivadas de ellas no pueden ser consideradas válidas para sustentar su condena.
Además, el proyecto señala que la Fiscalía y los jueces no investigaron adecuadamente las denuncias de tortura y, en cambio, dieron valor a pruebas obtenidas ilícitamente. El ministro advierte que invalidar estas confesiones no depende de si el contenido es cierto o no, sino de la manera en que fueron obtenidas, y que cualquier información obtenida mediante tortura solo puede ser usada para sancionar a quienes la aplicaron, no para castigar a la acusada.
Así, el proyecto de sentencia ordena la “inmediata y absoluta libertad” de Juana Hilda González Lomelí, poniendo en evidencia irregularidades y violaciones a derechos humanos en el proceso judicial del caso Wallace, que ha sido emblemático por la gravedad del delito y las controversias en torno a la justicia aplicada. Juana Hilda González Lomelí es una mujer que está detenida desde 2006 al ser acusada injustamente en la participación del secuestro y asesinato del empresario Hugo Alberto Wallace, hijo de la activista Isabel Miranda de Wallace, quien durante el sexenio de Vicente Fox y Felipe Calderón colaboró estrechamente con autoridades de seguridad.
Cuando se realizó la captura, González Lomelí fue obligada a declarar su presunta participación en el secuestro y homicidio de Hugo Wallace, luego de ser sometida a tortura física y sexual, bajo amenazas de agentes de la antes Procuraduría General de la República (PGR) y sin acceso a una defensa adecuada con perspectiva de género.
En el expediente de Juana Hilda se señala que, luego de ser trasladada de la casa de arraigo a las oficinas de la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organiza (entonces SIEDO), se le obligó a leer y grabar su confesión sin presencia de su defensa legal, para aceptar que ella fue al cine con Hugo Alberto, luego lo llevó al departamento ubicado en la colonia Insurgentes, Mixcoac, y ahí sus cinco “cómplices” los esperaban para caerle “encima al mismo tiempo, y que eso llevó a que la víctima sufriera un paro cardiaco y muriera”, según relata el periodista Ricardo Raphael en su libro Fabricación.