Marcha en CDMX: Ciudadanos protestan contra la gentrificación y el alza de rentas
Este viernes, cientos de ciudadanos se manifestaron en la Ciudad de México para exigir el derecho a la vivienda y denunciar los efectos negativos de la gentrificación. La marcha, que inició en el Parque México y recorrió colonias como Roma, Condesa e Hipódromo, estuvo marcada por consignas como “Vivienda para vivir, no para invertir” y “Gentrificación no es progreso, es despojo”. Los manifestantes, en su mayoría jóvenes y vecinos de las zonas afectadas, reclamaron el incremento de rentas y la expulsión de residentes originales debido a la llegada masiva de extranjeros y personas con mayor poder adquisitivo.
La gentrificación es un fenómeno urbanístico y social en el que barrios tradicionalmente habitados por personas de menores ingresos experimentan una transformación debido a la llegada de residentes con mayor poder adquisitivo. Este proceso suele estar acompañado de la renovación de inmuebles, la apertura de nuevos comercios y un aumento significativo en el valor de las propiedades y las rentas. Como resultado, los habitantes originales se ven desplazados, ya que no pueden costear el nuevo nivel de vida impuesto por el mercado inmobiliario. La gentrificación en la Ciudad de México ha provocado un desplazamiento masivo de habitantes originales, quienes se ven obligados a mudarse hacia las periferias debido a la imposibilidad de pagar las nuevas rentas elevadas. Este fenómeno ha afectado especialmente a colonias como la Condesa, Roma, Polanco y Xoco, donde los precios de alquiler han aumentado de manera vertiginosa en los últimos años.
El incremento en las rentas ha sido notable, por ejemplo, en la Condesa el costo promedio de arrendamiento pasó de 17,700 pesos mensuales en diciembre de 2021 a más de 27,500 pesos en 2024, lo que representa un aumento superior al 50%. En la Roma, los precios de alquiler han crecido hasta un 15% anual, alcanzando más de 700 dólares mensuales para departamentos pequeños. Este aumento ha hecho insostenible la permanencia de muchos vecinos tradicionales.
Además, la gentrificación ha transformado el tejido social y cultural de estas colonias. La llegada masiva de extranjeros, especialmente nómadas digitales que perciben ingresos en dólares, y el auge de plataformas como Airbnb han encarecido aún más la vivienda y los servicios, provocando la pérdida de identidad barrial y la sustitución de comercios tradicionales por negocios orientados a un público con mayor poder adquisitivo.
Finalmente, la especulación inmobiliaria y el turismo de corto plazo han incrementado la presión sobre el mercado de vivienda, favoreciendo la inversión capitalista en detrimento de las comunidades locales. Esto ha generado un riesgo de acaparamiento y desplazamiento que afecta directamente el derecho a la vivienda digna.